Me sé cansada de mi.
Huida, lejana y extraña conmigo.
Me sé cansada de mi, y también de ti.
Con voz, silencio, rincón, frío.
Palabras que restan dolor al calor,
la luz que llena el salón.
Me sé alejada de mi, conmigo.
Tan cerca de lo más lejano,
absurda oscuridad próxima
consigo ver tras mis propias rejas.
Me sé callada por mi,
de dentro, sin aliento.
Cargo, apunto, disparo.
Un suspiro.
El corazón malherido.
Siento, por dentro,
sin tiempo, las horas pasan,
los minutos pasan.
El reloj, para.
Porque me sé sin tiempo de mi,
sin ser, ni oir, ni ver.
Sin piedra que, al arrojar a este mar de dudas,
me devuelva a mi, conmigo, en mi.
R.