lunes, 30 de diciembre de 2013

Efímero.

Estábamos diciéndonos que el año iba a acabar, que siempre quedará el recuerdo, que el siempre nosotros sería un tímido hasta luego. 
Faltaban sólo unas horas para volver a empezar, para volver a intentar, volver a fallar.
Incluso el aire era diferente en ese momento, el tiempo, el suelo. Mas no era por la ocasión, si no por los participantes, tú y yo, sin cartas en la mesa, sin ases en la manga. Estábamos desnudos ante una verdad que calaba los huesos, que quemaba de tan real. Y rugían los segundos, gritaban las horas, se arrastraban hasta las agujas del reloj por robarnos un poco de tiempo. Y olvidé que, por un momento, yo ya no estaba allí. Olvidé que, sin querer, volvía a ocurrirme lo mismo, una nueva ilusión se desvanecía. Ambiciosa y cobarde la manera en que las palabras salían de mi boca, que, en ese momento, escondían las mentiras, las agallas y el adiós. 













Efímero como el tiempo, siento en las tripas lo que con palabras expreso.









R.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Fred.


A menudo nos sentimos solos. 
Estamos rodeados de gente pero no salimos de nuestra burbuja, no salimos de nosotros mismos. 

Y sentirse solo es completamente normal.
Hoy no es ni la primera ni la última vez que nos sentimos solos.
Hoy no somos ni los primeros ni los últimos seres humanos del planeta que se sienten solos. 
Hoy no. 










Que sé que estàs al meu costat i, encara així, tinc fred.







R.


domingo, 24 de noviembre de 2013

Los renglones torcidos de Dios, Torcuato Luca de Tena.

Hoy os traigo el que posiblemente será mi último libro de este frío noviembre. 
El libro del cual hablaré será Los renglones torcidos de Dios, escrito por el autor madrileño Torcuato Luca de Tena. 

Torcuato Luca de Tena murió el 1999 a causa de una enfermedad a la edad de 75 años. 
Fue un escritor y periodista español importante del siglo XX. Es nieto del ex-director de la revista Blanco y Negro y del diario ABC, (conocida familia de periodistas monárquicos) del que el autor de esta obra también fue director. Luca de Tena fue un activo dramaturgo y diplomático y perteneció a la Real Academia Española entre 1946 y 1974. 

Entre sus obras destacan Los hijos de la lluvia, La brújula loca, Edad Prohibida y Los renglones torcidos de Dios, publicada en 1979. 

Para escribir esta historia el autor internó voluntariamente en un centro psiquiátrico durante 18 días, de su experiencia nos expone lo siguiente: 
"Los renglones torcidos de Dios son, en verdad, muy torcidos. Unos hombres y unas mujeres ejemplares, tenaces y hasta heroicos, pretenden enderezarlos. A veces lo consiguen. La profunda admiración que me produjo su labor durante mi estadía voluntaria en un hospital psiquiátrico acreció la gratitud y el respeto que siempre experimenté por la clase médica. De aquí que dedique estas páginas a los médicos, a los enfermeros y enfermeras, a los vigilantes, cuidadores y demás profesionales que emplean sus vidas en el noble y esforzado servicio de los más desventurados errores de la Naturaleza."
Con lo anterior, personalmente considero que el autor de este libro no es de los que acostumbro a leer, pero siempre es interesante (estando de acuerdo o no con lo que éste defienda) leer obras de personas con puntos de vista muy diferentes al nuestro. 



En cuanto a lo "formal" o simplemente externo, esta obra no es demasiado extensa, unas 450 hojas. El autor emplea un vocabulario de nivel elevado, utiliza tecnicismos del campo de la medicina en muchos casos y tiene un estilo muy sobrecargado que, al que le gusta leer expresiones sencillas y "de calle", le da pesadez en la lectura. Este no es mi caso, pues me gusta mucho el estilo bien trabajado de los autores en el que se puede apreciar un cierto nivel literario. Tal es el caso que en esta obra en la que encontramos un importantísimo trasfondo filosófico reflejado en la actitud de los personajes que la forman. Luca de Tena nos muestra su conocimiento de filosofía universal que, mejor que yo, lo analizaría una persona formada en este ámbito.
Cabe decir que existe una película mexicana basada en este libro. Se titula Los renglones torcidos de Dios y fue estrenada en 1983. 

En cuanto a la trama de la novela cabe decir que se trata de una historia muy singular y especial. 
En mi opinión en singular ya que nunca me había leído una obra que transcurriese en un centro psiquiátrico. Por otro lado, encuentro que la historia es especial porque no para todo el mundo es agradable tratar ciertos temas y mucho menos leerse una novela sobre ello. Reconozco que en algunas escenas de la novela había que tener sangre fría para continuar leyendo ya que la dureza de los acontecimientos era bastante elevada. 

Pero personalmente opino que leerme una historia de este tipo me ha dado pie a reflexionar sobre un tema en el cual nunca había pensado y que considero bastante duro. 
El tema de los renglones torcidos, los "enfermos mentales" es algo que tal vez nunca nos planteamos y muchas veces no se le da la importancia que requiere y es importante. Estar sano no es solamente estar bien físicamente, si no mentalmente también. Aquí lanzo una pregunta, ¿qué es mas importante, tener buena salud física o mental? ¿Cómo se consigue una salud plena? ¿Una es consecuencia de la otra? ¿Mens sana in corpore sano?
Bajo mi punto de vista estar sano físicamente ayuda a tener una mente más sana. Me explico. Una manera de estar sano es practicar deporte. Practicar deporte nos ayuda a por un momento estar concentrado en algo que requiere esfuerzo físico y también mental, por lo tanto tenemos controladas nuestras dos "partes" para estar plenamente sanos. 

En definitiva, no descuidéis ni vuestra salud mental ni la física, tan importante es la una como la otra. 
Vivir sano te hará vivir más, así de simple. 



No he comentado cómo descubrí este libro. 
Se trata de una recomendación de un amigo con el que comparto algunos gustos literarios y este no iba a ser distinto. 


Ahora yo, cogiendo el relevo, os animo a leéroslo, sobretodo a aquel que esté interesado en la filosofía ya que entenderá mucho mejor que yo la historia en segundo plano de esta novela. 




¡Nos leemos otra noche!





Somos creadores de nuestra personal fábula delirante.









Novelas, relatos poemas... y noches en vela.



R. 

sábado, 23 de noviembre de 2013

Una historia en blanco.

Vivimos asfixiados en nuestra propia atmósfera, víctimas de la apatía.





"Aunque esta vez, si no respiro es por no ahogarme..."








R. 

domingo, 17 de noviembre de 2013

La magia de Barcelona.

Besamos por última vez, hace ya demasiado tiempo, en tus calles los momentos guardados en un pequeño corazón. 
Aquellas calles que nos envuelven y transportan al recuerdo efímero de las luces de esta gran ciudad.
Recuerdo, siento, añoro el dulce sabor de tus instantes, magia en cada ocasión.
Concentro mis energías en recordar cada segundo que he compartido allí... Cada canción. 
Espero impaciente volver a verte, volver a sentirte, volver. 
Las horas se hacen segundos bajo tu silenciosa y fría noche, y sólo puedo pensar que necesito más. 
Olvido que te añoro y al instante me gustas mucho más.
Nada se compara al duende que duerme en ti, el enano que te hace grande. 
Anhelo tu sonrisa... Bonita Barcelona... 

BesosAnelosRecuerdosCancionesEncantosLunasOasisNadayAbsolutamentetodo. 

Así eres, Barcelona. 


Barcelona, nit de tardor. 




jueves, 14 de noviembre de 2013

David Safier: Maldito karma.


H. 

Hola lectores nocturnos! 

Se trata de Maldito Karma, del autor alemán David Safier. 
Safier se dio a conocer como guionista de series de televisión de éxito en Alemania. Ha sido galardonado con el Premio Grimme y el Premio TV en Alemania, y con un Emmy en Estados Unidos.
Maldito Karma se publicó en el 2009 y ha llegado a más de 11 países cautelando a un numeroso público. 
Se trata de una obra breve de lectura muy rápida. La historia te atrapa y solo quieres acabártelo.
Tiene una trama muy divertida y utiliza un vocabulario muy común por lo que hace la lectura amena y sencilla. 
Este autor posee mucho sentido del humor y caracteriza a Kim, la protagonista, con un carácter que durante todo el libro no me ha dejado parar de reír. 
Realmente son cosas brutales las que le pasan pero el autor consigue enmascararlas de manera cómica y muy acertada. 
En este aspecto me recuerda a la escritora Muriel Barbery en La elegancia del erizo, no por el vocabulario empleado (ya sabemos que el de Barbery es mucho más trabajado) si no por el hecho de encontrarle la gracia al concepto muerte. 
Para los aficionados a las series, la idea que envuelve el libro acerca del karma y toda la creencia budista podría relacionarse con Me llamo Earl, serie en la cual el personaje considera que ha acumulado mucho "karma negativo" y quiere enmendarlo haciendo buenas acciones. 
Bien, la diferencia sería que la protagonista de Maldito Karma no entiende qué es lo que ha hecho mal siendo humana, y esto le lleva a convertirse en diferentes animales hasta que aprenda a acumular "buen karma" y regresar con su familia. 
Aunque se trata de una obra muy cómica y aparentemente bastante simple, sí que lleva una reflexión de fondo. Se podría relacionar con las moralejas de las fábulas. El hecho de valorar lo que tenemos, lo que nos aporta cada persona que tenemos a nuestro lado, sin hacer caso de lo material.
Esto es una cosa que muchos afirmamos que hacemos pero que es la mayor mentira universal. 

En el libro aparece también el personaje de Casanova, otro humano reencarnado que acompañará a Kim en todas sus peripecias. 
Este personaje nos viene a decir que muchas cosas, aunque nos empeñemos en hacerlas solos, no podemos hacerlas sin alguien al lado. 
En realidad puede parecer una reflexión de lo más sencilla y común, pero verdaderamente es una cosa que no hace nadie. La gente no quiere logros compartidos, ni alcanzar algo de la mano de otra persona... Y a veces, es tan sencillo como que simplemente con otra persona puedes hacer lo mismo que estando solo pero diez mil veces más grande. 




Nos leemos otra noche! 






"!No hace falta nirvana para llegar al nirvana!"

Maldito Karma

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Carlos Ruíz Zafón, autor de la ciudad de los malditos.

Después de TANTO tiempo sin escribir acerca de ningún libro traigo una entrada en la que no hablaré de un sólo libro si no que os traigo una trilogía. 


Estas tres novelas fueron escritas por el catalán Carlos Ruíz Zafón. Este escritor es uno de los más leídos a nivel mundial, con obras traducidas a más de 11 idiomas. 
Lo descubrí, como a muchos otros, por una lectura obligatoria de clase. Era su "ópera prima" en la literatura juvenil, El príncipe de la niebla. Siguió publicando obras conservando el estilo de la primera como pueden ser Marina, Las luces de septiembre, El Palacio de la Medianoche... Y en el 2001 se publica su primera novela para adultos, una de las cuales os vengo a hablar hoy, La sombra del viento. En el 2008 publica la obra que continúa la historia del cementerio de los libros olvidados, El juego del Ángel, la cual tiene menos eco en el panorama internacional. Finalmente completa esta estupenda colección con la publicación del Prisionero del Cielo en el 2011, cerrando una historia que había empezado diez años atrás. 


Aunque se traten de obras no demasiado recientes, por así decirlo, había escuchado hablar de ellas pero nunca me había interesado del todo. Entonces, en una de mis "noches en vela" que tantos libros me han hecho descubrir, le llegó la hora a la Sombra del Viento. 

En cuanto a esta obra tengo que decir que es de las tres la que más me ha gustado. Quizás sea por la historia que trata o por el estilo del autor que te atrapa y te impide dejar de pasar las páginas. 
Exteriormente parecen obras pesadas, grandes y que te hacen repensarte lo de leértelas. Pero una vez has abierto la primera página es difícil que tardes demasiado en leer la novela entera. 

Enserio. 
Muy recomendable al que busque una historia situada a mediados del siglo XX, época no fácil para nadie y menos para los personajes de esta novela. 
En terminarme esta obra me faltó tiempo para empezarme la siguiente, El juego del Ángel. 
En esta novela estoy de acuerdo, en parte, con una opinión bastante extendida de que el autor pierde calidad en cuanto a la historia y es más difícil "engancharse" a la trama. Aún así, sí que es verdad que me costó más pillar el hilo de la historia (cabe decir, que la historia y las relaciones familiares son mucho más complejas en esta historia que en la anterior) pero aún así terminé la obra y sin dificultad alguna. 
De esta manera, llega el turno de la última obra de esta trilogía, El prisionero del cielo. Esta obra es mucho más reducida que sus antecesoras pero de una intensidad incluso superior. Es una novela breve y muy rápida de leer. En mi caso fue leerme la primera página y decir, Raquel, tienes un problema, mucho sueño y demasiadas ganas de leer. 

Para todo lector curioso al que le guste quedarse atrapado por un libro, sentir cada palabra, llegar incluso a sentir como se le acelera la respiración, sin duda esta es su trilogía.

Personalmente opino que son tres obras magníficas las cuales estoy segura que voy a releer veinte mil veces. La manera en la cual el autor enlaza las tres obras es extremadamente delicada e impecable. Además de gustarme por el estilo y la capacidad del autor por hacerme sentir las emociones de los personajes tengo que decir que hacía demasiado tiempo que no me pasaba lo que con estos libros. Esa sensación de ver como sufren los personajes y sentir una tristeza dentro de ti. Esa eterna lucha entre el sueño o las ganas de leerte un capítulo más. El querer que se acabe el libro pero no aceptar el fin de la historia...


En fin, espero que si alguien que me lea se los ha leído comparta su opinión conmigo y si no lo habéis hecho os animo a todos a abrir la Sombra del Viento y engancharse a la lectura de tensión!



¡Nos leemos otra noche! 

¡Hasta la próxima!
Són pàgines escrites amb foc des de les entranyes de la ciutat dels maleïts, paraules gravades en la memòria d'aquell que va tornar del món dels morts amb una promesa clavada al cor i el preu d'una maledicció.


                                                                                (...)




-¿Et trobes bé, Daniel?
-T'estimo -diu, i li fa un petó, i sap que la història, la seva història, no s'ha acabat. 
Tot just comença. 




lunes, 21 de octubre de 2013

Ser en ti mientras pasas.

Pasan las horas. Pasan los días, las noches, las lunas.
Pasa tu mano por mi espalda, mientras me sonríes y te miro.
Pasa el silencio, el sueño, el miedo.
Somos polvo, somos herida, somos espina.
Somos odio y amor.
Somos paz y somos guerra.

Y,
de repente,
no somos nada.

No pasan las horas, ni los días. No pasan las noches ni las lunas.
No me acaricias la espalda, ni me sonríes. No puedo mirarte, porque ni siquiera puedo verte.
No pasa el silencio, ni el sueño. No pasa el miedo.
No somos ni polvo, ni herida, ni espina.
No somos odio ni tampoco somos amor.
No sabemos que es la paz y tampoco podemos ser guerra.

Pero,
si superamos todo lo que pasa, y todo lo que somos,
cómo podríamos pasar siendo nosotros,
ser en ti mientras pasas.


La marea me dejó los versos borrados,         

                  la tinta, un borrón, un papel mojado...

jueves, 17 de octubre de 2013

Tal vez lo que te hace grande no entienda de cómo y porqué.

Pero verás, no sé lo que te hace grande, porque no entiendo de cómo y porqué.



sábado, 3 de agosto de 2013

Un arma de doble filo.

Y fue entonces cuando comprendí que jamás volvería a ser una estrella del rock.
Entendí el precio de la fama, y lo que una persona está dispuesta a pagar por ella.
Supe que en cualquier momento todo eso iba a fallar, estando yo en lo más alto, siendo yo, el objetivo, la causa y el final.
Un solo foco me iluminaba, un “yo” congelado ante la multitud sedienta por escuchar mis dotes.
Recuerdo esa luz como si la estuviese viendo ahora mismo, blanca, vibrante y salvaje, que conseguía un efecto hechizador en mi cuerpo sudado y cansado, pero lleno de energía.
La masa gritaba, ansiosa por percibir algún sonido, ansiosa por sentir mi voz, esos acordes que descifraban mensajes de rebeldía, de libertad, de rock and roll.
Los medios de comunicación no reposaron la cámara ni un segundo en toda la audición, temerosos de perder algún segundo de éxito que yo les pudiera proporcionar.
Y en un momento todo se paró. Ya no había luz mágica que me diera dotes de ángel, ni turba que acompañase mi silencio con aplausos… ni medios de comunicación, ni aire. Tan sólo un silencio que helaba el alma, un sigilo que lo enmudeció todo, que provenía del éxtasis y provocó una agonía que terminó en los llantos del final.
Un escenario sublime, capaz de conquistar a los oyentes por su belleza, que no supo romper el silencio creado por la situación, que nos impidió alcanzar la gloria.
Y desaparecí, desaparecimos todos, de hecho. Como desaparecen las cosas más importantes de nuestro día a día, como un secuestro a plena luz del día. Y supe que todo había terminado, que había perdido la llama interior que enciende la luz de la energía.
Un guiño de los ojos del ayer me recordó dónde me encontraba, el sitio del cual provenía y allá donde me dirigía en la dirección que estaba tomando.
Demasiado tarde, supongo. Demasiado rápido. Demasiado.

No nos queremos dar cuenta de hasta dónde metemos la pata por fingir que sentimos todo aquello que hacemos y que nos rodea, y un día, de repente, estamos en el fondo, allá donde poca gente ha estado, pero sobre todo, aquel sitio donde solo tenemos dos opciones: permanecer hundidos o luchar para alcanzar la luz. 



 ¿Estás dispuesto a ser una estrella del rock and roll?

sábado, 8 de junio de 2013

Por un segundo más, una noche más...

Al final acabamos hablando de los mismos temas de siempre...
El amor que vino por el que vendrá...
El que perdimos por el que tal vez no llegará...



Sometimes I think that it's better to never ask why..!! 
You've gotta get up and try, try, try!!





R.

jueves, 6 de junio de 2013

Freda, com la neu.

¿Cuántas personas, se supone, van a tener que pasar por aquí para que ésto empiece a tener un poco de sentido? 
Así somos todos, nos gusta ilusionarnos por nada. 
Creamos escepticismo barato para llenar los ojos de los demás de mentiras, pero en realidad llenamos nuestro interior fantaseando en el próximo encuentro. 
Nos gusta perder el tiempo imaginando un futuro increíble basado en un pasado idealizado, perdiéndonos el presente por culpa de nuestros sueños. O tal vez, ¿gracias a ellos? No lo creo, no hay sueño que no se consiga trabajándolo cada día. Aquí el esfuerzo propio tiene recompensa, aunque tarde en llegar, aunque no se lo que esperamos. 
Pero cuando empiezas a soñar en un momento del cual tú solamente eres el cincuenta por ciento de la realidad... ¿Qué pasa entonces? Empezamos a depender totalmente de la otra mitad, una mitad que ni siquiera sabe que es tan importante, esa parte externa a nosotros que sin querer hemos interiorizado tanto. Y se nos va el aire, nos juntamos en nuestra cabeza pero en la realidad estamos tan separados que ni nos observamos. 
Como cuesta decirte que no quiero perderte, pero cuesta todavía más interpretar este sentimiento. La emoción de querer a alguien no siempre es agradable... ni mucho menos correspondida. 
Porque tanto tú como yo sabemos que no va a haber reencuentro.



"Un pam, dos pams, tres pams de nas
i digue'm si tu te'n vas
la vida balla descalça.."



R.

martes, 28 de mayo de 2013

Sigo buscando una sonrisa de repente en un bar.

Siempre pensamos que vamos hacia delante, que avanzamos, aunque a veces sea despacito, pero siempre para delante.
¿Cómo se supone que te sientes cuando te das cuenta de que no has avanzado nada? ¿Que todo lo que veías como una cuesta hacia arriba era una caída inminente?
El golpe es duro. Nos cuesta mantener los pies pegados al suelo por un momento, besar la boca de la realidad. Mirarle de frente a los ojos y ver cómo nos marchita. 
Pero.. al fin y al cabo, ¿qué somos, más que resultado de nuestros errores? 
Creer, caer, levantarse... Son las pautas que guían todo lo que hacemos, son los han decidido que hoy seamos los que somos, no otros, nada más. Pero tampoco nada menos que nosotros mismos. 
A menudo buscamos la tranquilidad, entre tanta gente no nos encontramos. Y aún así, solos. 
Cuando nos hayamos de pleno con la soledad, el silencio puede llegar a cortarnos la respiración. Escuchamos los latidos de nuestro corazón hasta el punto en que incluso la vida se congela. A veces pagaríamos por un momento de paz y otros somos nosotros los que damos la guerra. 
Anhelamos con soñar pero ni tan solo sabemos descifrar el significado de los sueños. Vivimos sin pensar, de manera automática. ¿Cuántas cosas has hecho hoy por ti mismo que realmente solo quisieras tú? 
No sabemos aprender, vemos todo como algo o como nada, sin ni siquiera intentar sacar algo bueno de las cosas buenas. 
Y es aquí donde me ha traído la autoexigencia, dejar de lado una cosa para potenciar otra mucho más. 
Es el momento en el cual notas que no estás dando el cien por cien, que te queda demasiado por hacer y mil maneras de intentarlo.
Y darle la vuelta a este sinsentido que llaman vida. 
Tan llena de ti.
Tan lejos tú de mi. 




"Últimamente las cosas cambian cada vez más..."




R.

lunes, 27 de mayo de 2013

Quiero ser lo que soy yo.

Hace poco que te conozco,
pero se que tu comprenderías como nadie mis palabras, aunque no sé si llegarás a leerlas.
Es la emoción de volver a sentir cosas que hacía tiempo había olvidado.
Es como volver a un lugar del que te habías desprendido.
Allí donde anhelabas perderte.
Y volver a nacer.
Descubrir.
Eres alguien aquí, ¿sabes?
No quiero dejarte ir, quiero que te quedes aquí.
Tengo miedo.
Miedo de que mi ilusión vuelva a desvanecerse.
Miedo a sentirte.
Miedo al adiós.

Necesito dejar de tenerlo todo bajo control.
Soltar ligeramente el timón,
ir a contracorriente si es necesario,
y surfear.
Y sentir, necesito sentir.



"Quiero ser la canción que cantarías la noche que salga el sol.." 





R.

miércoles, 22 de mayo de 2013

No sé si queden amics, ni si existeix l’amor..


Las cosas cambian día tras día. Amanece y anochece continuamente, pero mientras tanto mis pulsaciones no van al mismo ritmo. Hay veces que las acelera el latido de tu corazón, pero hay otras en la que es el mismo el que las hace parar, las congela en el instante eterno de la realidad. Poner los pies en la tierra no siempre fue lo que me gusto. Nos acusan a los soñadores de vivir en las nubes, quizás sea porque ellos nunca han probado de despegar los pies del suelo, o quizás porque tengan miedo a hacerlo. Nos tratan de ignorantes, pero lo que no entienden es que nunca habrá un soñador iluso, ya que siempre habrá sueños en los que pensar.
Soy como el judío en Alemania, el romano en Egipto, la aguja del pajar. Me siento como el indio en el oeste, el raro del grupo, como vivir con una familia de acogida permanente. Siento que no pego aquí, que no es ni mi lugar ni mi momento, tan solo vengo de paso. Soy la primera hoja caída en invierno, la flor que no llega a nacer. El susurro del viento, la espuma de las olas. Soy todo lo que queda después de la explosión, el sentimiento ignorado, la sobrevaloración. Me siento como aquel que nunca llega a su destino, que vive intentando. Del fuego que quedaba en mi interior ya solo quedan cenizas, todo ha resbalado por las escaleras del pensamiento, dejando sola el alma, desnuda, sensible e irascible.
Sigo diciendo que el abrigo de la vida me queda grande, se me antoja extraño. Repito que esta no es mi guerra ni mi conflicto, que puedo marcharme cuando quiera. Que el vaso ya no está ni medio vacío ni medio lleno, simplemente no existe. Que la distancia entre mis palabras y tu corazón ya es demasiada, cuando ha llegado ha ser tan fina que no había perdida entre ellas ese lazo se ha roto, ha desaparecido y se ha esfumado. Y las conversaciones ya no son las mismas, el amor ya no es el mismo, y es que quizás yo tampoco sea la misma, quizás soy yo la que ha cambiado y lo estoy desordenando todo. Quizás tendría que apartarme de esta lucha inútil, de silenciar mi susurro, dejar pasar los días sin la menor preocupación. Salir corriendo si es necesario, dejando de lado el honor, las lágrimas ya no tienen sentido, llorar está de más aquí. Cuando te han cerrado el pestillo, cuando se ha apagado la ilusión, cuando el río tan solo puede desahogarse en la marea del océano, es ahí cuando ya no quedan fuerzas para regresar. 
Y es que, quizás, tan solo quizás, las fuerzas se me habían terminado hacía mucho más tiempo y esto era solo el resto de sentimiento esparcido después de la explosión. 


Naces y vives solo. 


R.

lunes, 20 de mayo de 2013

Nosotros soy yo.

Tenemos tantas cosas que contar, tantos momentos que explicar... Nos falta el orden, la prioridad, los deseos y las preferencias. No sabemos por qué hemos llegado hasta aquí pero nos morimos de ganas por gritar que no estamos de acuerdo, que quizás todo esto no es como nos esperábamos. 
Y es que corremos a contracorriente toda nuestra vida, contra nuestros miedos, contra el dolor. 
Somos "antitodo" y tomamos drogas para olvidar aquel amor que nos rompió el corazón. 
Somos capaces de mantener relaciones a distancia pero inútiles en el directo. Somos hambre en los pobres y billetes en el bolsillo de un multimillonario. Somos lo único que tenemos, nada más, pero también nada menos que eso. Simplemente somos, y por el hecho de ser, podemos crear. 
Inventamos sueños y dibujamos sonrisas para llegar al rincón vacío de nuestra alma y sentirnos solos rodeados de gente. Pensar lo pequeños que somos, querer desaparecer, aunque solo sea por un momento. Ver, pensar, crecer, sufrir y levantar son las pilares de nuestro camino, aunque a veces nos empeñemos en obviarlos. 
Tenemos mil y un instrumentos a nuestro alcance para facilitarnos la vida, pero aún así somos incapaces de entender nuestro cuerpo. Nos esforzamos en vernos mal, la propia visión negativa sobre nosotros mismos, la autocrítica destructiva que nos ha llevado al cuarto oscuro tantas veces. 
Hemos roto el espejo cuando en él hemos visto nuestra esencia, que nos ha escupido la verdad y ha huído la inocencia. 
Ha vuelto nuestro pasado a huir de nosotros, que exigimos aferrarnos a él para protegernos del presente y lo único que conseguimos es no crear un futuro. 
Nos equivocamos, volvemos a probar, volvemos a errar, pero ¿qué importa eso? Las cadenas que nos atan a la realidad no se escuchan si no nos movemos. 
Unos presumen de locura teniendo los pies en el suelo, otros, creyendo en la rutina, vuelan más allá de las nubes de los sueños. 
Pasado el tiempo nos preguntamos porqué fuimos tan felices algún día, porqué todo eso ha cambiado, sin pensar que lo único que cambia somos nosotros. 
Afligirse a la realidad está fuera de nuestras posibilidades, nos negamos a afrontar las cosas como nos vienen dadas, afán por la complicación vital dicen, qué sabrán. 
Somos exteriormente pasivos, no mostramos lo que sentimos por miedo a que se nos caiga la máscara de hombres de hierro que poseemos. Vivimos en una lucha constante con nosotros mismos, pero sobretodo nos gusta decir que esto nos pasa a todos para evitar el "yo" rotundo de nuestra consciencia. 

Y ahora nos perdemos por el tiempo que perdimos. 






"Solitario corazón 
vaga sin rumbo por aquí,
buscando un poco de emoción."