lunes, 30 de diciembre de 2013

Efímero.

Estábamos diciéndonos que el año iba a acabar, que siempre quedará el recuerdo, que el siempre nosotros sería un tímido hasta luego. 
Faltaban sólo unas horas para volver a empezar, para volver a intentar, volver a fallar.
Incluso el aire era diferente en ese momento, el tiempo, el suelo. Mas no era por la ocasión, si no por los participantes, tú y yo, sin cartas en la mesa, sin ases en la manga. Estábamos desnudos ante una verdad que calaba los huesos, que quemaba de tan real. Y rugían los segundos, gritaban las horas, se arrastraban hasta las agujas del reloj por robarnos un poco de tiempo. Y olvidé que, por un momento, yo ya no estaba allí. Olvidé que, sin querer, volvía a ocurrirme lo mismo, una nueva ilusión se desvanecía. Ambiciosa y cobarde la manera en que las palabras salían de mi boca, que, en ese momento, escondían las mentiras, las agallas y el adiós. 













Efímero como el tiempo, siento en las tripas lo que con palabras expreso.









R.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Fred.


A menudo nos sentimos solos. 
Estamos rodeados de gente pero no salimos de nuestra burbuja, no salimos de nosotros mismos. 

Y sentirse solo es completamente normal.
Hoy no es ni la primera ni la última vez que nos sentimos solos.
Hoy no somos ni los primeros ni los últimos seres humanos del planeta que se sienten solos. 
Hoy no. 










Que sé que estàs al meu costat i, encara així, tinc fred.







R.