lunes, 2 de febrero de 2015

Abstracción.

Diferentes esferas, una misma persona.

Nos atraen, nos repelen.

Nos angustian, nos crecen.

A veces nos llaman, ciegos corremos hacia ellas.

Arduo trabajo de ensordecer palabras escritas sobre la piel.

Naufragan en un océano de bocetos.

Esbozos de un plan que nunca llevaremos a cabo.

Pinceladas en un lienzo que jamás existirá, que nunca permitiré.

Porque al aceptar nos disponemos a perder.

Y en la derrota está el cansado valor del que ha intentado.

Por lo tanto, desistimos de intentar herir una burbuja.

Abandonamos el ridículo de coincidir, de llegar a entender a la par.

Llegados a ese punto no importa la razón.

Desvanecemos.










R.

No hay comentarios:

Publicar un comentario