Un otoño sin Berlín es arte en cada segundo de película, una demostración de talento que desborda cada fotograma.
Es un nudo en la garganta, que pesa, que nos lleva y que nos convierte en protagonistas.
Es un nudo en la garganta, que pesa, que nos lleva y que nos convierte en protagonistas.
Lara Izaguirre nos desnuda, nos deja los sentimientos a flor de piel, deja que la historia entre en nuestra cabeza y, una vez ahi, nos integre en ella.
Porque nos enseña la persistencia que todos tenemos a aferrarnos a algo que no va a volver.
Nos enseña a dejar ir todo aquello que no está dispuesto a viajar con nosotros, todo aquello que no va a venir.
Nos arroja a la cara algo tan esencial, como real, que son todas esas cosas que no nos van a seguir.
Porque hay momentos que simplemente van a pasar, personas que sencillamente vamos a conocer, pero que,al fin y al cabo, no volverán.
Porque nos enseña la persistencia que todos tenemos a aferrarnos a algo que no va a volver.
Nos enseña a dejar ir todo aquello que no está dispuesto a viajar con nosotros, todo aquello que no va a venir.
Nos arroja a la cara algo tan esencial, como real, que son todas esas cosas que no nos van a seguir.
Porque hay momentos que simplemente van a pasar, personas que sencillamente vamos a conocer, pero que,al fin y al cabo, no volverán.
Y no es necesariamente negativo, simplemente debemos aceptarlo.
"Porque si esta vez no vienes conmigo, me voy sola a Berlín."
Y, añado: "pero me voy."
R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario