lunes, 2 de noviembre de 2015

A Teresa Maria.



Als fills, als pares i a tots aquells nascuts a la Franja.
A Teresa María, una vida de compromís vers la nostra llengua, per la nostra terra.

La Franja de Ponent, o la Franja oriental de Aragón,  no aparece en los mapas políticos, ni en los físicos ni en los históricos. No se identifica desde un avión, ni se puede fotografiar desde un satélite. No está delimitada, no se puede decir donde comienza ni donde acaba.
Parece, pues, que no sea ninguna realidad económica, climática o paisajística definida.
Hasta su propio nombre es controvertido.
Frontera ente Cataluña y Aragón, donde, aunque algunos sectores políticos y sociales no quieran reconocerlo, la lengua tiene un papel muy importante en el día a día.

Las lenguas nos sirven para comunicarnos, para expresar nuestras ideas y pensamientos.
A lo largo de la historia de la humanidad muchas lenguas han desaparecido para convertirse en otras diferentes, con sus propias peculiaridades e idiosincrasia.
Por si mismas las lenguas son elementos vivos que nacen, se reproducen y mueren con la misma facilidad con la que lo hacemos nosotros.
Las lenguas sirven para expresar nuestros sentimientos y divagaciones, y, también, para recordarnos que todo lo que tiene vida, también tiene un final.

En Aragón existe una larga trayectoria en la defensa del catalán y, en menor medida del aragonés.
Nacida en un pequeño pueblo aragonés, me considero testimonio de la realidad del catalán en la franja de Aragón.
En mi pueblo, Fabara, y en todos los de alrededor se habla catalán, y todos ellos conforman lo que se llama: la franja catalanohablante de Aragón.

Y, la realidad de todos estos lugares es que la lengua materna de las personas queda restringida al ámbito privado para dar pie al uso del castellano tanto en el colegio como en las instituciones.
Los escritos oficiales, al legislador aragonés, en castellano, no sea que tenga que forzarse a entender a sus ciudadanos.

Pero, sin ir más lejos, señalemos cuál es la realidad de los niños y niñas que van al colegio de un pueblo como Fabara.
La realidad es que a la puerta del colegio le dicen Adéu a sus padres y Buenos días a la maestra.
La realidad, son dos horas de clase de catalán a la semana, siempre como optativa, jamás como lengua vehicular.
La realidad, son broncas a los alumnos, vividas en mi propia piel, por comunicarse entre ellos como lo harían en su casa.
La realidad soy yo, y son mis amigos, que con 20 años dominamos el catalán hablado, lo entendemos a la perfección pero desconocemos sus reglas ortográficas.

La realidad, compañeros, es que hoy en día están matando una lengua,estan asesinando a nuestra lengua, la mía y la de todos mis amigos, la mía y la de mis familiares, la mía y la de todos los nacidos en la Franja de Aragón.

Pero apuntemos al tema principal.
¿Porqué una lengua tendría que tener el carácter que se le otorga al catalán en Aragón?
No será que le tocará las cosquillas a los que han ostentado el poder en las Cortes de Aragón.
O será tal vez, como me contestó Marcelino Iglesias (expresidente de la Comunidad Aragonesa) en un coloquio que “no se trata de un tema de relevante importancia y mucho menos de urgencia social”.
Quizás debamos seguir la “Doctrina Rudi” y apodarlo “LAPAO”.

Yo señalo a que el problema real es la equívoca relación que en este estado tenemos costumbre por hacer, de trasladar cualquier tema social al ámbito político.

Y sí, la lengua es política, pero también es derecho y es sociología; y es filosofía y literatura.CULTURA
La lengua es vida, es tierra, el sentimiento de todo un pueblo se manifiesta en una lengua.

Pero, lo que no debe ser jamás la lengua es burla, la hipocresía de nuestros políticos, incapaces de reconocer los derechos de sus vecinos.
Ah, es cierto, el señor Marcelino, hijo de la Franja de Aragón, te contestará en castellano aunque le preguntes en catalán.
Y la Rudi se mofará de todos ellos apelando a su lengua como LAPAO, por no caer en el debate político de “todo el que habla catalán es catalán”. Pero claro, no hablemos de Cataluña que nos sale la alergia. 

Pues no, ni las lenguas marcan las fronteras ni las fronteras limitan el uso lingüístico, y si debemos alzar la voz para que se nos entienda, así lo haremos, pero jamás nos avergonzaremos de hablar catalán y tener el corazón en Aragón.

Yo soy aragonesa y mi lengua es el catalán. Y hablo, pienso y siento en catalán.
Y no me escondo por ello.
Y tan lícita es mi lucha como la de todos aquellos que aman sus valores, ya que luchamos por amor, por libertad.
Luchadores de sueños perdidos, de miserias cansadas, de caminos sin fin.
Persigo lo que soy, eso que da sentido a mis pasos, eso que pone ritmo a mi cuerpo.

Companys de La Terra, dormidos nos quieren, para poder gobernar.
Sólo la palabra como arma, estamos decididos a luchar.

Hemos olvidado amar aquello que queremos defender.


“Quan no quedarà res,
només ermes les terres, sec el mar,
quedarà la paraula. Quedarà.”


"Cuando no quedará nada,
sólo baldías las tierras, seco el mar,
quedará la palabra. Quedará."


Muchas gracias. 



R.

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